Se basa en la confianza, el respeto mutuo y la colaboración entre paciente y terapeuta para diseñar la intervención más personalizada, efectiva y duradera posible.
Al igual que cualquier adulto, los niños y niñas, también pueden presentar malestar emocional, familiar o social y carecer de recursos para hacer frente a las exigencias que les plantea la vida.
La adolescencia es una etapa sensible a la aparición de problemas psicológicos, relacionales y conductuales a los que se debe estar atentos y ofrecerles ayuda.
La vida exige un ajuste constante, provocando momentos de inestabilidad y desorientación. Hoy en día, la enfermedad psicológica puede considerarse como enfermedad común.
Durante la vejez, son frecuentes la aparición de problemas psicológicos como resultado de cambios vitales, sociales o familiares.